La coyuntura por la que atraviesa el mundo es una oportunidad valiosa para pensar seriamente en el problema de la pobreza energética. La toma de conciencia sobre el calentamiento global y la necesaria transición energética nos deben llevar a reflexionar sobre la escasez de energéticos que sufren millones de seres humanos, la cual les impide desarrollar su vida de una manera digna.
Se estima que aproximadamente un séptimo de la población mundial es responsable de la mitad del consumo de energía en el planeta, mientras que la mitad de la población consume menos del 10% de la demanda total de energía. Esa insuficiencia de energía para la mayor parte de la humanidad generalmente se traduce en la imposibilidad de desarrollar actividades económicas y sociales, lo que fomenta círculos de pobreza, es decir, patrones de comportamiento que perpetúan las situaciones de precariedad, con consecuencias fatídicas.
La importancia que tiene el gas LP y natural en los hogares mexicanos se deriva del papel estratégico que desempeña en la producción de agua caliente para uso sanitario ya que en países como México se destina hasta un 54% del consumo de estos energéticos para esta actividad, la cual se considera un servicio indispensable para tener las condiciones sanitarias indispensables. Un hogar promedio consume 300 kg anuales de gas LP y en el país existen alrededor de 35 millones de hogares, lo que nos da una idea sobre el tamaño del mercado; Su peso en la economía de las familias es aún más importante ya que el gasto en gas representa el 63% del gasto total en energéticos a tal grado que para muchas familias existe un dilema entre comer y comprar un cilindro de gas LP.
Desde hace más de 50 años se viene fomentando el aprovechamiento de las energías renovables, en especial la solar, como un medio que permita mejorar las condiciones de vida de la población sin embargo no se ha podido o sabido aprovechar este valioso recurso natural que abunda en nuestro país.
A lo largo de los años se ha tratado de hacer accesible el aprovechamiento de la energía solar térmica, económicamente hablando, para la mayoría de población, sin embargo esto no había sido posible debido a que las soluciones propuestas resultaban costosas e ineficientes para aplicarse a la realidad de la sociedad mexicana.